Como era obvio, todo pasa. La tormenta dura poco, porque luego, siempre sale el sol. Me siento con muchas ganas de amar, de dar todo. Ya casi no me importan los errores, si bien tengo algo de miedo, esto que vivo es hermoso. Todo lo que me decían, lo que imaginaba, es mentira. Esto es mucho mejor, y si que lo es. No hay como vivir las cosas en carne propia. Ya hace tanto tiempo de que todo empezó, y hemos pasado por tantas cosas, que no tienen nombre. Me siento verdaderamente bien, y si bien algunas veces me hago la dura, se que la vida no seria igual sin su presencia. Quedaría un vacío enorme en mi y en mi vida, ya que prácticamente lo es todo. Se que no es lo mejor que esto sea así; pero mientras yo este bien, ya nada importa. Y aunque a veces quiera desistir, o salir corriendo; aunque a veces las cosas parezcan difíciles e imposibles; esto jamas dejó de gustarme. Aunque quiera ponerle limites a mi mente, a mi cuerpo y a mis sentimientos, no puedo. Y se bien que no puedo porque no quiero. No veo necesario defenderme de algo que me hace bien. No veo necesario tener que privarme de sentir, por miedo a sufrir. Es verdad que no todo es color de rosas, que nada es perfecto; pero lo mejor de todo, es que me gusta que sea así. No pretendo alcanzar la perfección, simplemente quiero disfrutar de este momento, que es mi momento.
Chica impredecible: Crazy Girl
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